25 jun 2010

DE GALA




Que heavy la Gala, menuda elementilla.

Dalí la conoció cuando fue a la France a pintarle un retrato con su anterior pareja el poeta surrealista Paul Elouard, con el que tuvo una hija de la que pasó abosultamente. Le costó poco darle por el culo para irse con Mr. mostacho, cosa que no le hizo ninguna gracia al bueno de Elouard que se quedó bien jodido, soltero y con una hija a su cargo. Lo único bueno es que su mierda de situación le hizo escribir algunos de los poemas más chulos de esa época.
Una vez con Dalí, Gala siguió siendo calculadora y fría a pesar de lo que pueda parecer en las fotos. Le "obligaba" a pintar cierto número de cuadros al año para mantener su buena vida, y en cuanto vió el tirón del pintor, en seguida le gestionó su aparición en anuncios comerciales y demás.
Tampoco le disgustó la idea de que Dalí firmase lienzos en blanco para que luego se vendiesen como auténticos.




Pero algo debía de tener esta mujer porque, al igual de Elouard, Dalí perdió la cabeza por ella y la quiso de la hostia toda su vida. ÉL era cosnciente de que se veía con otros y aceptaba sin problema que fuera ella quien llevase los pantalones. Admiraba su inteligencia y decía que no había compañía más enriquecedora (llegó a reconocer que leía unos 3 ó 4 librios por semana), por eso además de compartir su vida con Gala, también quiso compartir la muerte, de ahí que diseñase un sepulcro con dos tumbas, una junto a la otra, bien cerquita, con dos agujeros en sus lados internos para, según él, tener un hueco por donde darse la mano.

2 comentarios:

godo dijo...

genios o locos?
salud

Anónimo dijo...

Y SI PODEIS VER EL MUSEO DE DALÍ EN FIGUERAS NO PERDAISBOSLO PORQUE YE UNA MARAVILLA, FLOTILLA
Rodri

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